Declaración de Gramado
Gramado, Brasil
02 de agosto de 2018
La Enfermedad Cerebrovascular es un problema de salud pública que contribuye de manera significativa a la carga global de enfermedad, carga que se prevé aumente en los próximos 25 años en razón del incremento en edad de la población. En todos los países, la Enfermedad Cerebrovascular es una de las primeras causas de muerte y la primera causa de discapacidad; sin embargo recibe menos atención que otros procesos patológicos de menor prevalencia y relevancia.
Esta Sociedad declara su compromiso de trabajo a favor de los pacientes con Enfermedad Cerebrovascular reconociendo que se requiere un esfuerzo conjunto en seis aspectos básicos:
Proporcionar educación a la población acerca de las señales de alarma del ACV, urgencia del tratamiento y control de los factores de riesgo.
Promover ambientes seguros y saludables para estimular la actividad física.
Implementar políticas para el control del tabaquismo, estimular la alimentación saludable y la actividad física, reducir el consumo de sal y el consumo perjudicial de alcohol, control del peso, con el objetivo de reducir la incidencia de enfermedades cardio y cerebrovasculares.
Establecer estrategias de detección de factores de riesgo tratables como hipertensión, fibrilación atrial, diabetes y dislipidemias.
Promover la atención buscando el control de factores de riesgo tratables.
Organizar la atención prehospitalaria, priorizando el paciente con ACV.
Priorizar la estructuración de los Centros de ACV.
- Organizar las Unidades de ACV con área física definida y equipo multidisciplinario capacitado.
- Viabilizar los tratamientos de fase aguda basados en evidencia.
- Viabilizar exámenes para la investigación etiológica mínima.
- Promover el alta hospitalaria con prescripción de la prevención secundaria al ACV.
- Estimular el uso de la telemedicina en los hospitales sin acceso a especialista en tiempo integral, para la orientación del tratamiento agudo.
Ampliar el acceso a rehabilitación hospitalaria y después del alta hospitalaria.
Capacitar profesionales de la salud involucrados en la atención al ACV.
Establecer la monitorización nacional de la prevalencia de los principales factores de riesgo en el país y de los indicadores asistenciales de atención al ACV.
Establecer directrices Nacionales y regionales basadas en evidencia científica, para el tratamiento estandarizado del ACV con actualizaciones periódicas.
Priorizar la estructuración de redes asistenciales integradas de cuidados continuados al paciente con ACV o con factores de riesgo para el ACV, que engloben todos los niveles de atención, estableciendo una Línea de Cuidado.
Destinar recursos humanos y financieros para la estructuración de la Línea de Cuidado de ACV.
Establecer planes nacionales de atención al ACV.
Promover el intercambio de experiencias entre los países, para perfeccionar la atención al ACV.
Establecer investigación en ACV basada en las prioridades y realidades de cada país.
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